sábado, 24 de octubre de 2009

Primeras dudas

El inicio de temporada del Obra ha sido desilusionante. Las valoraciones de los partidos: 58-99, 53-93, 76-112, dejan claro que para conseguir la permanencia es necesario subir el nivel del equipo en todos los aspectos. Curiosamente nos acompañan en el último puesto de la clasificación dos conjuntos con presupuestos muy superiores al nuestro. Tanto Cajasol como Unicaja tienen en sus plantillas jugadores experimentados y de una calidad muy superior a la nuestra. Ningún seguidor del Obra tendría dudas de que la situación en la tabla de estos equipos no se debe a la labor del entrenador, ni a la desacertada composición de sus plantillas. Todos estaríamos de acuerdo en que es una situación circunstancial, y que debido a los numerosos cambios que han sufrido, es necesario darle un tiempo al proyecto.



Esta semana
Aíto hacía unas declaraciones en Radio Marca donde comparaba el nivel de exigencia de la afición de Unicaja y de Baskonia. La afición baskonista está plenamente implicada con su equipo, y comprende que este año ha sido necesario dejar marchar a sus estrellas con el fin de no hipotecar el futuro del club. No me cabe la menor duda que tanto Aíto, acostumbrado a lidiar con aficiones con un alto nivel de exigencia, como la dirección de Unicaja, sabrán gestionar esta crisis.


El caso de Cajasol es diferente. Con un presupuesto superior a conjuntos como el Juventud, y con unas posibilidades de generación de ingresos que podrían ser superiores a las de Unicaja o Baskonia, la mala gestión de sus dirigentes hace que, año tras año sus proyectos fracasen estrepitosamente. Cambios de directivas, entrenadores que entran y salen, y plantillas renovadas todas las temporadas al principio y a la mitad de la competición, solo contribuyen a crear una inestabilidad que, a la larga, solo se traduce en falta de compromiso de los jugadores y, en una afición desilusionada, que nunca llega a comprender porque fracasan todos los proyectos de su club.


El caso contrario ocurre en Fuenlabrada. Año tras año se ven obligados a renovar la plantilla, confiando en jugadores y entrenadores sin experiencia ACB. Todos cuando llegan, tienen claro que Fuenlabrada es la plaza ideal para darse a conocer en ACB, y luego firmar un mejor contrato en otro club más potente. Se sienten respaldados por una dirección, que en todos estos años, sólo tuvo la necesidad de destituir un único entrenador. Como resultado de todo esto, la afición, disfruta de éstos el tiempo que duren, y se siente plenamente identificada con su equipo.


La palabra paciencia no es bienvenida por ninguna afición. La ilusión con que se inicia una temporada, no nos deja ver que el nivel de exigencia al que sometemos al equipo es perjudicial para el desarrollo del grupo. Parece mentira que en un par de jornadas se pueda comenzar a dudar de la labor del entrenador, de la calidad de los jugadores y de lo descompensada que es una plantilla. Pero el peor de los males, viene cuando la dirección deportiva se contagia de este ambiente, pudiendo tomar decisiones precipitadas, que a la larga no llevan a ningún sitio.


En el Obradoiro se ha apostado por una plantilla joven e inexperta, que requiere de tiempo y de la confianza de todas las partes. La diferencia entre fracaso y éxito, radica en la coherencia de las decisiones. Solo cabe seguir apostando por los que se han elegido.

jueves, 1 de octubre de 2009

Buen comienzo



En la anterior entrada prometía analizar los puntos fuertes del equipo. En el partido del sábado aunque no tubo historia, y no se deben sacar conclusiones precipitadas, creo que pudimos ver lo nos espera esta temporada. El partido duró lo que quiso el Barça, pero nadie tiene dudas de que enfrente tuvo a un EQUIPO. La cita no era para menos. Lleno a reventar en las gradas, el Obra volvía a la competición después de 20 años, y como rival el actual campeón.

Sin duda lo mas positivo es la comunión total que reina entre todas las partes; la lucha de un club por volver a la categoría que le fue arrebatada injustamente, junto con el esfuerzo que realiza la dirección por sacar adelante el proyecto, ha sido recompensada, primero, por la afición que llenaba las gradas del Sar y después, por unos jugadores que pelearon el partido hasta el último minuto. De la estabilización de esta sinergia que vive el club en todos sus niveles, dependerá en gran medida su futuro, y es la base sobre la que comenzar a formar el carácter de un equipo.

La línea que da más confianza es el perímetro. Con Kostas Vasileiadis, el clásico tirador de rachas, el intenso Javier Bulfoni, con recursos en ataque complementarios a Kostas, y el joven talento Nihad Djedovic, unidos al especialista defensivo Alfonso Sánchez, se ha formado un grupo competitivo, joven, con jugadores que ya han demostrado en los clubes en los que han militado su compromiso y hambre de superación.

El juego interior dependerá en gran medida de que Mark Jackson aguante toda la temporada al máximo nivel. Ha sido el último en llegar, pero se ha hecho con el liderazgo del equipo. Solo su figura en la cancha impone respeto en los rivales y seguridad en sus compañeros. El sábado, Mark nos daba una lección de cómo usar sus kilos en el cuerpo a cuerpo, y el equipo con mas recursos en la zona, las pasaba canutas para parar a un jugador de estas características. Me pregunto porqué en Europa no prestamos ninguna atención a algo tan simple como robustecer y dotar de potencia a nuestros interiores. Mientras, en la ACB pocos pívots podrán plantarle cara, lo que supone una ventaja de la que el Obradoiro tendrá que sacar el máximo provecho.

Terry es otra apuesta de la dirección deportiva. No sabemos si esta temporada será la de su asentamiento en Europa. Cualidades no le faltan. Espectacular en ambos lados de la pista, habrá que ver si sus tapones desde el cielo y sus canastas imposibles, se imponen a su tendencia a salirse del partido. Con características totalmente diferentes, Pasalic cubre los puestos de 4 y de 5. Con buenos recursos en ataque, nunca ha llegado a explotar del todo, por lo que esperemos ver su mejor cara en Santiago.

Para escoger al base, como en todos los fichajes, se mantuvieron los pies en el suelo. Reseñar que Jeter cobra 450.000€ en Unicaja, que es una cantidad inalcanzable para nuestra economía. De la multitud de nombres que sonaron, finalmente, se escogió a Stanic. Buen pasador y director de juego, con 30 años se encuentra en el mejor momento de su carrera. Un base que pueda asistir a los interiores, y que no le importe ceder el protagonismo en la anotación a los aleros, es lo que necesita el equipo. La desventaja de su fichaje es su mal tiro, especialmente su porcentaje en tiros libres, que hará que suframos cuando el contrario lo mande a la línea de 4,60 en los momentos finales. Todo ello hace de Stanic una buena opción, dentro de lo que quedaba en el mercado.

Curro Segura parte con un equipo altamente comprometido. De la gestión que haga de éste en los momentos complicados, dependerá en gran parte el resultado final. No todos estamos de acuerdo con los nombres que se ficharon. En mi anterior entrada dejaba claro cuales no me parecen los más adecuados para nuestros objetivos. Considerando todas las dificultades y la precariedad presupuestaria, finalmente, se ha creado un grupo muy del agrado del técnico, que basa sus equipos en la solidez defensiva y la rapidez en ataque. La experiencia vivida en Zaragoza creo que ha servido de lección y, esta vez tendrá unos jugadores más acordes a sus planteamientos. A pesar de que su categoría está fuera de toda duda, creo que Germán Gabriel y JR Bremer, no se hubiesen adaptado al estilo de juego que se quiere crear.