Este año tras una lucha de veintitantos años, la ACB admitió al Obradoiro en la competición. Por fin llegaron los apoyos necesarios para reunir el presupuesto mas modesto de la segunda mejor liga del planeta. Gracias Xacobeo, gracias Blu:sens. Se nombró a Miguel Juane como director general, y Miguel Juane se comprometió a mantener la categoría y cubrir la totalidad del presupuesto (que menos). Y tres semanas después se presentó al director deportivo y al entrenador, y con la máxima urgencia se pusieron a trabajar en el más difícil todavía.
Quien más y quien menos se puede imaginar la dificultad de confeccionar una plantilla. A partir del bloque existente, ver sus puntos fuertes y los aspectos deficitarios, buscar como es posible mejorarla, tratando de equilibrarla y dotándola de nuevas opciones. Para ello se decide a quienes se le ofrece la renovación y de los que se prescinde, y se fichan jugadores que aporten mas intensidad, capacidad reboteadora, intimidación, que aporten nuevas posibilidades ofensivas, apuntalando el tiro, la dirección, jugadores que sean capaces de crear sus propios tiros, además se buscan jugadores que aporten intangibles como la capacidad de sacrificio, competitividad, oficio, experiencia, liderazgo. Se piensa en traer el jugador de referencia, el tercer base, un falso pívot, el jugador que de sentido al juego, el que de descanso al pívot...
Pero el más difícil todavía, consiste en confeccionar esta plantilla desde cero. Fichar a doce jugadores que reúnan estas características cumpliendo siempre con los cupos, pero además hacerlo con el presupuesto mas bajo de la categoría y en el tiempo record de un mes. El Obradoiro nos dará una nueva lección de lo que significa no derrumbarse cuando las cosas se complican, ¡ojalá esa lección se dé mas adelante en la cancha¡ Mientras los aficionados a ilusionarse más que nunca en este periodo, porque esto es deporte y ¿porque no va a ser posible el más difícil todavía?
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